La biodiversidad, como concepto central alberga muchas definiciones y a la vez subgrupos de información de la naturaleza. Los países del planeta tierra, en mayor o menor medida, sufren las consecuencias de la pérdida de diversidad biológica y en el presente sucede en Barcelona.
Cuando la crisis climática ataca las principales ciudades de algún país o directamente en sus capitales la noticia suele trascender más rápido. No es lo mismo que pase en una ciudad de millones de habitantes que en pueblos que no superan las cien mil personas, aunque la situación afecta de forma equivalente.
La principal diferencia entre capitales, ciudades grandes y lugares pequeños es la disposición de recursos para hacerle frente a la crisis climática. Marzo es un mes en el cual se modifica la temperatura global y las estaciones del año, donde Europa entra en la primavera y Sudamérica ingresa en el otoño.
El Viejo Continente comenzó la temporada de playa, es decir donde los residentes se acercan a tomar sol y disfrutar del mar u océanos. El temor de los especialistas es que en Europa la temática del año pasado regrese, con olas de calor intensas que afectaron a varios países.
Incluso el tema del gas y las energías fue un factor crucial hace unos meses en el continente, con problemas económicos y de fronteras por el conflicto bélico entre algunos países. Sin embargo, y sin irse del foco, la problemática del presente pasa por Barcelona y su sequía.
Febrero presentó algunas regiones de España con escasa cantidad de agua y eso se vio afectado en algunas situaciones cotidianas de la población. Algunas ciudades decidieron reducir gastos ante la sequía, que engloba la falta de lluvias y complicaciones en las reservas hídricas.
A continuación, en este artículo, veremos la situación de Barcelona con la sequía y los cambios que realizó en la ciudad ante las consecuencias de la pérdida de biodiversidad.
¿Qué encontrarás en este artículo? |
1 . Introducción |
2 Barcelona y su sequía |
3 Cambios en la ciudad ante la pérdida de biodiversidad |
4 Conclusión |
Barcelona y su sequía
El contexto es el siguiente: las reservas hídricas de la ciudad catalana disminuyeron más del 16% lo que determina que la situación se encuentre en estado de emergencia. No solo Barcelona sino que hay otros 36 municipios igual y 200 en pre emergencia.
Los especialistas remarcan que la consecuencia número en la pérdida de biodiversidad es por la falta de precipitaciones. Barcelona sufrió una irregularidad en sus lluvias y hace años que la caída de agua no es la misma.
El recurso hídrico es esencial en la cotidianidad de la sociedad y por eso Barcelona tomó algunas medidas sobre la marcha para disminuir el uso del agua en lugares no tan fundamentales y así ahorrar y equiparar la reservas.
Como Barcelona está en estado de emergencia, las personas tienen limitado los litros de agua para no aumentar la sequía. La sequía es uno de los peores problemas del cambio climático, que trae consigo muchas consecuencias.
Cambios en la ciudad ante la pérdida de biodiversidad
La primera noticia y más novedosa se puso en marcha en las playas. Se recortó el agua en las duchas y en los lavatorios de manos sólo debe usarse con la mayor responsabilidad para no gastar por demás. Es una noticia que recorrió el mundo por el cambio de temperatura y porque los españoles frecuentan más las playas.
Los números están en rojo, Históricamente las reservas de Barcelona rodaban un 60% y en el presente tan solo llegan a 10%. Otra de las medidas es el riego en las plantas, que se mantendrá para no perder a las especies pero se utilizará otra agua y el tema de lagos o fuentes artificiales desaparecerá.
Otro de los recortes está en el lavado de transportes. Las personas no podrán regar por su cuenta sus autos y camiones a menos que lo lleven a un servicio especializado. Incluso las fiestas al aire libre que impliquen agua o las pistas de patinaje también quedan prohibidas.
Y por último, en los centros deportivos, hay distintas fases que relatan la gravedad del agua pero la mayoría concierne en que las duchas quedarán marginadas, a menos que sea necesario en el espacio.
Conclusión
Barcelona está por debajo de un 50% de su reserva hídrica. Los números no son los esperados y tampoco los deseados y por eso el gobierno catalán tomó medidas drásticas para no acrecentar la sequía, una de las consecuencias del cambio climático.
Con la primavera que ya empezó en el Viejo Continente y la temporada de playa como inicio, las duchas quedan ausentes, el riego de los vehículos por persona y las acciones que conlleven agua artificial.