enero 20, 2025

La vida silvestre del planeta puede tener una capacidad limitada para evolucionar en este nuevo contexto donde el escenario se caracteriza por los incendios voraces y de magnitudes impredecibles. Hoy Greenpeace te muestra cómo los animales se están adaptando al impacto feroz de los incendios forestales. 

El planeta , en los últimos tiempos, ha visto con pavor cómo se ha incrementado la frecuencia de los incendios forestales y la voracidad con la que se han desarrollado. El impacto del calentamiento global y las modificaciones del uso del suelo han propiciado la ocurrencia de un nuevo tipo de fenómeno ambiental : los incendios de sexta generación o mega incendios. Estos incendios son tan potentes y voraces, que han logrado alterar las altas capas de la atmósfera formando lo que se conoce como tormentas de fuego.

El historiador ambiental Stephen Pyne, investigador y profesor emérito de la Universidad Estatal de Arizona,Estados Unidos, ha precisado que la época actual estará definida por el impacto significativo del fuego en el planeta. Esta nueva era del fuego o Piroceno se caracteriza por lo que ya hemos visto y vemos ante nuestros ojos : catástrofes colosales donde el fuego se lleva consigo gran parte de la vida que está presente en las zonas a las que afecta. La contundencia de su impacto es arrasadora y letal: los investigadores creen que están poniendo en riesgo de extinción al menos 1.660 especies animales en todo el mundo. 

Este fenómeno, que lleva al límite de la resistencia a numerosas especies , pone a prueba la capacidad de adaptarse que tiene la vida silvestre a las condiciones extremas provocadas por el hombre. Lo cierto, es que la supervivencia animal ante esta dura realidad, dependerá en gran medida de su capacidad para evolucionar de modo veloz y adaptarse exitosamente a las condiciones cambiantes del entorno. Para el Dr. Gavin Jones, ecólogo del Servicio Forestal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, la adaptación al fuego y sus nefastas consecuencias podría ser posible si se da la transmisión de habilidades de supervivencia genética entre los individuos a sus descendientes.

Los animales que se están adaptando exitosamente 

Entre los ejemplos de adaptaciones exitosas a circunstancias extremas como es el fuego, se encuentra el caso del antechinus de patas amarillas. Este animal que vive en Australia, ha desarrollado recientemente la habilidad de refugiarse en madrigueras rocosas profundas para protegerse del fuego. Este bello marsupial se distingue por su pelaje de color marrón grisáceo, con destellos más claros en la zona del vientre y, tal como indica su nombre, tiene patas amarillas. Sus hábitos son bastante singulares, siendo conocido por su prolífica actividad reproductiva.

La presencia de este animal es notoria principalmente en el este y sureste de Australia, encontrándose disperso en una variedad de entornos agrestes que incluyen bosques y áreas de matorral. Es una especie que vive principalmente en los árboles y posee hábitos nocturnos. Su dieta básica está compuesta por una amplia variedad de insectos, arañas y algunos otros pequeños invertebrados.

En la actualidad, enfrenta múltiples amenazas que incluyen la pérdida de su hábitat natural debido al avance de la urbanización y las prácticas agrícolas, así como también por la depredación debido a la introducción de especies exógenas y a los cambios en su entorno a consecuencia de la agudización de los efectos del cambio climático.

Casos exitosos de adaptación de especies en Estados Unidos

En los Estados Unidos,ante los lamentables episodios de incendios forestales, los científicos han notado que los lagartos de valla residentes en hábitats que resultaron quemados recientemente, podían correr con más velocidad que aquellos presentes en áreas que no fueron afectadas por el fuego. Este dato, sugiere una posible y rápida adaptación de los lagartos de valla al nuevo entorno post-incendio. Asimismo, se ha visto como otras especies -el búho manchado de California y el pájaro carpintero de dorso negro-se han beneficiado de los paisajes alterados por el fuego convirtiéndolos estos en sitios ideales para alimentarse y anidar.

Sin embargo, la adaptación al fuego implica el desafío de la pirodiversidad, es decir, la necesidad de contar un mosaico de bosques intactos, quemados y severamente quemados, para poder mantener la diversidad de hábitats necesaria para la vida de diversas especies. A medida que los incendios se vuelven más monumentales y calientes, esta diversidad se ve seriamente amenazada, lo que plantea un reto adicional y muy alto para la supervivencia de la fauna nativa.

A pesar del panorama que para muchos expertos se avizora como desolador, la noticia positiva es que la adaptabilidad demostrada por algunas especies ofrece un atisbo de esperanza para la conservación de la biodiversidad de nuestro planeta en el contexto del Piroceno.