enero 20, 2025
Martin Prieto Greenpeace

Un bosque tropical o un ecosistema costero son ejemplos de soluciones naturales para combatir el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad. Las investigaciones científicas destacan la importancia de proteger y restaurar estos ecosistemas para enfrentar los desafíos ambientales del siglo XXI.

Greenpeace alienta la difusión de los aportes del mundo científico en el diseño de estratégicas para la conservación de la biodiversidad planetaria. Las investigaciones son un aporte crucial en este sentido y una verdadera puerta de esperanza para el planeta.

Los más recientes informes elaborados por la comunidad científica dan luz acerca de los ítems imprescindibles para comprender la estrecha relación entre la necesidad de mitigar el cambio climático y para frenar la pérdida de la biodiversidad De hecho, los científicos sostienen que existe cada vez mayor evidencia de que no se podrá lograr una sin la otra. Diferentes informes servirán de guía para un recorrido en profundidad por la situación actual del planeta en lo relativo al estado y futuro de la biodiversidad.

Un Informe de relevancia dentro de la comunidad científica que estudia el cambio climático es el Informe Native Protecction (2020) . Este informe sostiene con contundencia que las «soluciones basadas en la naturaleza», como ser la protección a gran escala de los bosques tropicales y ecosistemas de zonas costeras, desempeñarán un rol clave para enfrentar los tres grandes riesgos para el hombre del siglo XXI : la pérdida masiva de la biodiversidad en el planeta, el surgimiento de nuevas enfermedades zoonóticas y el cambio climático. 

La publicación, de excelencia académica, es un mapa de ruta que ofrece una gama concreta acerca de cómo convertir las soluciones que parten de la misma la naturaleza en un “beneficio triple»: para los ecosistemas, el acelerado cambio climático y de salvaguarda contra nuevas pandemias. Los investigadores destacan la importancia de que los gobiernos lleguen a un acuerdo para frenar el deterioro ambiental. El equipo sostiene que se debe acordar proteger al menos el 30 % de la tierra y de los océanos como meta para el 2030. 

La vía propicia : las soluciones basadas en respuestas naturales

Otra destacada investigación fue la que realizó la ONG The Nature Conservancy que determinó que a nivel económico, las soluciones ‘de sanación’ de la naturaleza serán las más rentables a futuro. Entre las más comunes se indica la reforestación y la restauración costera que en conjunto pueden ser un tercio de las iniciativas necesarias para poder llevar a el calentamiento global a la meta fijada para la subsistencia de la gran mayoría de las especies, es decir por debajo 2 °C.

Los estudios realizados sobre los océanos demostraron que las áreas marinas que son totalmente protegidas por los gobiernos (sin captura) mitigan y favorecen la adaptación al cambio climático. Si además ocurre que las áreas marinas protegidas son bien gestionadas , ayudan en gran manera a los ecosistemas marinos y a los seres humanos a adaptarse a los impactos nocivos producto del cambio climático. Entre estos, se encuentran el aumento del nivel del mar, la acidificación de las aguas, el aumento y virulencia de las tormentas en alta mar , y las modificaciones en la distribución de especies con la disminución de la productividad y disponibilidad de oxígeno, así como sus efectos acumulativos.

Medidas clave como la gestión sostenible y la restauración de los ecosistemas naturales, como lo son los bosques antiguos, los manglares y las turberas, serán casi el 30 % de las medidas a nivel global que resultarán necesarias para evitar el caos climático. Sin embargo, en la actualidad tan solo el 3 % de los recursos económicos globales se destinan para implementar soluciones climáticas naturales. Hay que tener en cuenta que no todas las soluciones que se apoyan en la naturaleza cooperan efectivamente a favor de la biodiversidad. Hoy se sabe que las plantaciones de especies arbóreas mal gestionadas pueden ocasionar más problemas que respuestas efectivas . 

El futuro de la biodiversidad implica la cooperación social integral

Un informe publicado en noviembre de 2020 por el Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente destacó que la salida debe hacer foco en respuestas que prioricen la integración de acciones coordinadas para salvar el planeta , conservar la biodiversidad y luchar contra el cambio climático. 

La investigación subraya que sólo la conservación del 30 % de la tierra en lugares estratégicos sería la clave para resguardar las 500 gigatoneladas de CO2 que se encuentran almacenadas en la vegetación y los suelos y disminuir el riesgo de extinción de la mayoría de las especies que habitan la superficie de la tierra . El informe destaca que realizar acciones coordinadas para proteger áreas prioritarias será la clave para conservar tanto la biodiversidad como las reservas de carbono.

Los investigadores también hacen fuerte énfasis en aprovechar las soluciones basadas en respuestas naturales y que contemplan una toma de decisiones reconociendo los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales como actores principales a la hora de abordar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.