En quechua, sería el proyecto Mujuykutich o “del retorno de las semillas”. Una iniciativa que lideran en conjunto el Ministerio de Ambiente del Perú y la FAO, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura con el fin de recuperar y rescatar semillas clave del altiplano peruano. Al momento, gracias a esta experiencia más de 400 familias altoandinas de 4 regiones diferentes, han recuperado el cuidado de sus semillas autóctonas y ancestrales.
Laría es uno de los diecinueve distritos peruanos que conforman la Provincia de Huancavelica en la región de los Andes centrales del Perú. Aquí vive Simón Cananeo Hilario Cuicapuza, rodeado de campos verdes y pequeñas casas de color azul unas, y blancas otras, que se recortan sobre el fondo de los Andes. Este cordón montañoso protege y da hogar desde tiempos ancestrales a miles de familias quechuas.
Simón, observa el paso de una mujer por unas escaleras de piedras; ella, con suma prisa transporta en su manta rústica papa maíz y oca -un cultivo tradicional de esta zona andina que sustituye o complementa a la batata- . Al verla pasar, Simón comenta que “ de seguro va a visitar a su familia para realizar el intercambio de semillas”.
La escena le causa una íntima felicidad porque la práctica ancestral del intercambio de productos aún sigue viva y se ha recuperado con mucho esfuerzo, a pesar de tantos cambios en el tiempo, en las comunidades que forman parte de esta región andina ubicada a 3861 metros sobre el nivel del mar. Esta práctica que, afortunadamente no se ha perdido, es lo que ha permitido la recuperación y conservación de poco más de 204 cultivares de semillas entre granos, hortalizas y tubérculos .
Prácticas y costumbres pilares del sustento de las comunidades
En 1956, año en que Hilario Simón vino al mundo, en el departamento de Laria estaba vigente la práctica del intercambio de semillas. Esto hacía posible la subsistencia de las familias de la comunidad sin depender en demasía de grandes ingresos económicos.
Un reciente estudio realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) detalla que en Huancavelica los intercambios de semillas eran una práctica común entre familias durante las visitas domésticas que se realizaban.Esto no ocurría en Cuzco y Puno donde las plazas eran el lugar privilegiado para el intercambio.
Sin embargo,el estudio revela que esta práctica de base se fue perdiendo con el paso de los años y toda la región se fue empobreciendo cada vez más. En el 2007 los registros indican que la pobreza trepó hasta el alarmante 85.7%, según relevo del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Llega el proyecto a la comunidad de Laria
En el 2018, los lugareños de Laria recibieron la visita de unos ingenieros agrónomos para dar a conocer una iniciativa que creían de vital importancia para la comunidad. El proyecto GEF SIPAM se trata de un proyecto de trabajo conjunto entre las comunidades andinas, la FAO y el Ministerio del Ambiente (Minam) . El proyecto cuenta con 4 módulos o componentes: la gestión integral del paisaje y conservación de las regiones andinas de Cuzco,Apurimac, Puno y Huancavelica (en este módulo es donde se trabaja en la recuperación de los saberes y prácticas ancestrales y en el cuidado de las semillas). El segundo módulo se ocupa en el desarrollo de mercados para que los campesinos puedan comercializar los productos que elaboran, el tercero se ocupa del fortalecimiento institucional de las políticas públicas; y el cuarto y último del monitoreo, difusión y evaluación global del proyecto.
Don Simón Hilario, de 66 años, profesor de primaria, casado Teresa , es considerado en su comunidad como el yachachiq, alguien que sabe y enseña en idioma quechua. Como figura reconocida en su comunidad, quien se desempeñó como alcalde entre 2005 y 2008 , escuchó con atención la propuesta de los técnicos y estuvo de acuerdo en participar de la iniciativa.
En quechua chanka,- una variedad del quechua que es muy hablada en la región de Huancavelica, la palabra mujuykutichi alude a la idea de “el retorno de las semillas”. Don Simón explica que al escuchar el proyecto , vio que se venía el “mujuykutichi” para la región de Laria. Ya ha pasado alrededor de un quinquenio de trabajo y Don Simón ha logrado , luego de un arduo trabajo de capacitación, recuperar diversos cultivares ( una especie de laboratorio orgánico de semillas) que había recibido como herencia de su padre y que hoy, lo han convertido en uno de los mayores coleccionistas de semillas en Huancavelica.
Con estos resultados positivos que arrojó la iniciativa del FOA y el Minam , nace una gran esperanza para todas las comunidades de la región, que ven con ello, la posibilidad de que los más jóvenes aprendan, valores y pasen a las futuras generaciones el gran conjunto de saberes para el cuidado de la agrodiversidad y gracias a estos conocimientos, puedan seguir autoabasteciéndose de los alimentos que fueron el sostén de sus antepasados en Huancavelica y sus alrededores.