Arrecife de coral y biodiversidad marina: una visión de la belleza y fragilidad de los océanos.
A pesar de que las selvas tropicales son consideradas «el pulmón de la Tierra», son los océanos los responsables de proporcionar entre el 55% y el 80% del oxígeno que respiramos sobre la superficie terrestre. Hoy reflexionaremos acerca de lo que implica la pérdida de biodiversidad de los fondos marinos.
Es muy oportuno reflexionar cuán inexorablemente unidos estamos los seres humanos a los océanos.
No sólo porque toda la vida que existe sobre la superficie terrestre tuvo origen en sus profundidades, sino que además los océanos también son clave para nuestra vida en el futuro.
Según se supo recientemente, la superficie marina alcanzó un nuevo récord de temperatura .Un récord brusco e inesperado que superó en algunos puntos los del océano los 13,8°C , la media más alta registrada entre los años 1981-2011.
Los océanos cubren una superficie equivalente al 71% de nuestro planeta y tienen un rol esencial en los procesos que nos mantienen vivos a los seres humanos. Por ello, para los científicos , este importante aumento de temperatura podría tener serias consecuencias para la vida sobre la Tierra.
Los pulmones de la Tierra se encuentran en el mar
En primera medida, porque si se considera a selvas tropicales como «los pulmones del planeta tierra», los océanos son los que nos abastecen de forma natural entre el 50% y el 80% del oxígeno . Además, gracias al flujo de sus corrientes y a la franja conocida como cinta transportadora oceánica, contribuye a estabilizar el clima en la Tierra transportando el calor desde el alto ecuador hacia los fríos polos.
Por ello, el océano cumple un rol clave y esencial para combatir el cambio climático, como explicó el biólogo marino peruano Daniel Cáceres, representante para Latinoamérica de la Alianza para los Océanos Sostenibles.
«En los inicios del 2023, el 4% de la superficie del planeta ha registrado marcas récord de calor y, el mes de marzo fue el segundo con mayor temperatura desde que se llevan los registros a nivel global por la cantidad de emisiones de CO2 y la cantidad de calor que almacena la atmósfera” explicó el biólogo “De ese exceso de calor el océano tiende a absorber casi el 90% y ello se profundiza hoy , la ocurrencia de huracanes y tormentas y de otros fenómenos como El Niño”.
La función natural benéfica de las praderas marinas
Pero, según explicó el biólogo, lo que produce la absorción del calor no es el océano en sí, sino algunas de las especies de fauna y flora que viven en él. En el océano existen muchas formas de vida acuática capaces de absorber y retener el dióxido de carbono de forma natural. Su función consiste en atraparlo y llevarlo a los fondos marinos y mantenerlo alli incluso después que mueren.
Esta función natural la desempeñan una gran variedad de especies , desde el humilde y microscópico fitoplancton hasta las fabulosas ballenas, contribuyendo de este modo, a alimentar estos. «Los «depósitos de carbono» son áreas o ecosistemas marinos que capturan y retienen una cantidad mayor de dióxido de carbono del que liberan en su conjunto.
Ocupan un lugar destacado en este proceso las praderas marinas, que nuclean a casi 70 especies de algas que crecen en las zonas costeras de aguas poco profundas. Las praderas marinas representan tan solo el 0,2% del lecho marino, pero son capaces de absorber el 10% del dióxido de carbono del océano cada año y lo capturan 35 veces más de prisa que las selvas tropicales.
La importancia de conservar las praderas marinas
Las praderas marinas se desarrollan y fabrican sus hojas y raíces utilizando el carbono que extraen del agua mediante el proceso natural de fotosíntesis , y lo retienen incluso después de que mueren. Este material vegetal muerto se desintegra de modo lento en el fondo del océano, lo que implica que el carbono almacenado en su interior termina enterrado bajo el lecho marino.
Lo preocupante en la actualidad es que, una solución natural tan eficaz a la hora de hacer frente al cambio climático, se ve muy amenazada por el gran aumento de las temperaturas. A medida que suben los grados en las aguas de los océanos se producen tormentas mucho más violentas que arrasan con la riqueza vegetal de las praderas marinas. A ello se le suma la contaminación del agua , el desarrollo urbanístico a largo plazo que tiene lugar en las costas y la pesca no regulada que también contribuye a su acelerado declive.
Según indica el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente , cada 30 minutos desaparece una zona de praderas marinas del tamaño de una cancha de fútbol. Hoy, se las considera en peligro crítico y ocupan un lugar destacado en la Lista Roja de hábitats en peligro de extinción de la Unión Europea.
A menos que se tomen medidas urgentes, se avizora que algunas praderas marinas se extinguirán irremediablemente para 2050 y, sin esa capacidad natural que tiene la tierra para absorber CO2, este pasará a acumularse en la atmósfera, lo que a su vez calentará más los océanos y el aire.
En ello reside el mayor peligro y desafío que enfrenta la humanidad hoy, en relación a la necesidad de frenar la pérdida de biodiversidad del lecho marino.Conservar las praderas será un punto de crucial importancia a la hora de hacer frente al cambio climático agudo y esto, una vez más, es responsabilidad de todos: gobiernos, empresas privadas y de la sociedad, ya que todos en conjunto, deben contribuir con acciones responsables a mitigar dichos efectos nocivos.
