La biodiversidad terrestre constituye un verdadero amortiguador natural contra el brote de nuevas enfermedades zoonóticas, según advierten los científicos. Conservar en la mayor proporción posible esta riqueza invaluable brindará un servicio natural de protección frente a este tipo de flagelos en el futuro. Lo que aún debemos aprender de la reciente pandemia del COVID -19 según los científicos.
Para la comunidad científica es claro no dejar pasar la oportunidad de hacer un profundo aprendizaje acerca de lo vivido durante la pandemia del COVID 19 y sus consecuencias. Un duro aprendizaje que, sin embargo, ha dejado un abono muy fructífero en el terreno de las enfermedades zoonóticas y en las posibles respuestas en casos similares en el futuro. En este sentido, se pueden revisar las más recientes publicaciones científicas al respecto que resultarán muy esclarecedoras.
1) La primera referencia de importancia es el balance denominado #PandemicsReport (Informe de la Pandemia Mundial de COVID 19- 2020) realizado por la IPBES (Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas) que difunde uno de los estudios más serios y sólidos de corte científico acerca de los vínculos entre el riesgo de pandemia y la pérdida de biodiversidad .
Los investigadores a cargo del informe hacen referencia a cómo los legisladores y las autoridades gubernamentales pueden reducir el riesgo de propagación de nuevos agentes patógenos reduciendo al mínimo los contactos entre la vida silvestre, el ganado y los seres humanos. En este sentido, las medidas que recomiendan son : la conservación de áreas protegidas y la puesta en marcha de políticas concretas que limiten la explotación indiscriminada y el deterioro de áreas con importantes y ricos niveles de biodiversidad.
2) Otro análisis académico de la Harvard School of Biology que fuera publicado a fines de 2021,resaltó que las redes que componen las áreas protegidas que son administradas de manera eficaz e igualitaria, cumplen la función de actuar como verdaderas reservas de respuestas naturales para disminuir el riesgo de futuras pandemias zoonóticas. Los científicos observaron que, al mantener la integridad de los ecosistemas, las áreas protegidas se constituyen en un elemento que resulta clave en la amortiguación de la aparición de nuevas enfermedades.
3) En un informe publicado en la revista Science en julio de 2021 , un grupo de 17 investigadores concluyó que la creciente tasa de aparición y de propagación de enfermedades a los seres humanos, está directamente relacionada con la pérdida de los bosques de las zonas tropicales y el creciente comercio ilegal de animales salvajes. En su análisis, los científicos evaluaron los costos de vigilar y prevenir estas propagaciones y estimaron que los costos de la prevención en el futuro, serían muy inferiores a los costos (tanto económicos como en cantidad de vidas humanas) que inplicaría combatir a estos agentes patógenos una vez que hayan hecho su aparición y desparramado su letal carga por el planeta.
La preservación de áreas marinas protegidas será crucial ante los desequilibrios medioambientales del futuro
Los biólogos, científicos y ambientalistas de todo el mundo, han puesto de relieve la fundamental importancia que desempeñan las áreas marinas que hoy están protegidas. Estas áreas son esenciales a la hora de brindar la necesaria seguridad alimentaria a los seres humanos .A muchas personas, les puede inquietar que el crecimiento y expansión de las áreas protegidas pueda ocasionar la disminución de la cantidad de alimento disponible para el abastecimiento de las comunidades que viven en esas áreas y sus alrededores. Pero , los investigadores han demostrado que en realidad, el proceso resulta muy beneficioso y se constituye en un resguardo seguro en todos los sentidos posibles, para los habitantes de esas comunidades y de las áreas cercanas.
En esta dirección , presta suficiente evidencia un informe publicado en noviembre de 2021, en dónde un grupo de científicos destacó que la ubicación estratégica de las áreas marinas protegidas (MPAs) en zonas pesqueras sometidas a sobreexplotación podrán tener importantes beneficios tanto para el equilibrio y conservación del suministro de alimentos disponible. De hecho, han sugerido la posibilidad de realizar una expansión estratégica del 6% de la red mundial existente de MPAs que podrán ser muy beneficiosas para la mejora en la captura de peces en el futuro en al menos, un 30 % de aumento promedio a nivel global.