Greenpeace presenta un informe de la Universidad de Cambridge, Inglaterra, que delinea el escenario futuro, muy preocupante, para una especie única, las mariposas. Hoy, esta especie necesita del urgente compromiso de todo el planeta para poder subsistir y hacer frente al cambio climático.
Las mariposas, esas criaturas asombrosas que alegran la vida en el planeta, son en la actualidad, una de las especies que se encuentran más amenazadas debido al cambio climático. Recientes estudios han descubierto que algunos de sus aspectos básicos como el tipo de familia a la que pertenecen, la longitud y el color de sus alas, pueden ser su pasaporte hacia el futuro.
De hecho, estas características en las especies de mariposas tropicales, influyen en gran medida en su capacidad de resistencia para soportar el aumento creciente de las temperaturas, según indica el informe elaborado por investigadores de la Universidad de Cambridge y publicado en el Journal of Animal Ecology.
Según detalla el informe, es altamente probable que las mariposas que poseen alas más pequeñas y son de colores claros ,sean las más perjudicadas por los efectos del cambio climático, entre ellas, la familia Lycaenidae, que contiene alrededor de 6.000 especies, la mayoría de las cuales habita en los trópicos.Por otro lado , el informe sostiene que las mariposas que poseen alas más grandes o colores más intensos y oscuros, podrían sortear mejor el aumento de las temperaturas, pero esto también tendría un límite. Los científicos explican que estas mariposas aún podrían experimentar disminuciones muy dramáticas si se dieran olas de calor repentinas o si los microclimas fríos se perdieran producto de la deforestación.
Un perfecto mecanismo, pequeño y frágil.
Las mariposas dependen del calor que reciben del sol para obtener la energía vital para desarrollar sus funciones naturales. Su frágil organismo posee un excelente sistema de termorregulación que les permite mantener una temperatura corporal en equilibrio frente a los cambios de temperatura del aire. Por lo general, las estrategias para poder mantenerse frescas se deben a comportamientos adaptativos como son el volar hacia lugares con sombra o inclinar las alas para evitar lo más posible el impacto de lleno en ellas del sol (amortiguación térmica).
Para los científicos la tolerancia térmica indica la capacidad máxima de temperatura que una vez superada, impediría a las mariposas funcionar. A lo largo de las investigaciones, se comprobó que los ejemplares que tenían alas grandes tendían a tener una mayor resistencia térmica que las mariposas más pequeñas .Pero cuando las temperaturas son demasiado altas, las mariposas tienen que depender de mecanismos fisiológicos específicos como la producción de proteínas de choque térmico para resistir las altas temperaturas .
La pequeñez como gran aliada
Ambas estrategias son necesarias para las mariposas para hacer frente de modo exitoso al cambio climático. Los investigadores que participaron en este nuevo estudio trabajaron con el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) para el análisis de las estrategias de tolerancia y amortiguación térmica de las mariposas tropicales. Para ello, recolectaron datos de múltiples hábitats naturales de mariposas en Panamá. Equipados con simples redes de mano, los científicos tomaron pacientemente la temperatura corporal de más de 1000 mariposas con una pequeña sonda similar a un termómetro.
Luego, en una segunda fase compararon la temperatura de cada mariposa con la del aire y de la vegetación circundante.Esto dio una medida exacta para calcular la amortiguación térmica o la capacidad de mantener una temperatura corporal en estado de equilibrio frente a las fluctuaciones de la temperatura del aire.
El equipo descubrió que las capacidades de amortiguación térmica eran más fuertes y exitosas en las mariposas que poseían alas más oscuras y que también podían tolerar temperaturas más elevadas que las de alas más pálidas.
El futuro poco alentador para la supervivencia de las mariposas
“Si las temperaturas continúan en aumento como se puede apreciar al día de hoy, estamos ante una amenaza de extinción inminente para las mariposas. Esto es producto de la tala de los bosques que propiciarán que existan cada vez menos microclimas fríos , en tiempos relativamente cortos”, explica la Dra Esme Ashe-Jepson, investigadora del Departamento de Zoología de la Universidad de Cambridge, Inglaterra y autora del documento.
“Las mariposas que poseen características físicas que pueden ayudarlas a amortiguar o evitar el calor del sol -resaltó la Dra Ashe-Jepson-, como son las alas grandes, hacen posible que puedan volar rápidamente hacia espacios con sombra y no experimentar el agobio de las altas temperaturas . Por esta situación, este tipo de mariposas no han evolucionado biológicamente para hacerle frente al calor.
También se encuentran los tipos de mariposas que pueden hacer frente a las altas temperaturas y que por ello , han experimentado una menor presión selectiva para desarrollar comportamientos de evitación o amortiguación del calor. La Dra Jepson hace un llamado mundial para aumentar los esfuerzos en la mitigación del cambio climático . El problema está dado que , a medida que las temperaturas continúen en aumento, y los bosques vayan decreciendo y fragmentándose, estos se harán más pequeños y aislados debido a la deforestación. Ante esta situación, las mariposas que dependen de la protección de su entorno para evitar las altas temperaturas podrían no ser capaces de viajar entre estos fragmentos de bosque o hacer frente a las olas de calor cada vez más fuertes y frecuentes. Por ello, su tiempo en el planeta puede tener los días contados” cerró la experta.