enero 21, 2025

Los microplásticos son un flagelo silencioso que afecta la calidad de vida de todos los seres vivos que habitan la Tierra. Ahora , los arqueólogos afirman que han encontrado microplásticos presentes en restos antiguos enterrados a gran profundidad. 

El Planeta se encuentra lidiando con un flagelo invisible que va invadiendo sus entrañas de modo silencioso, sin prisa y sin pausa: el flagelo de los microplásticos. La noticia no es nueva y hasta, en cierto modo, puede resultar repetitiva. Pero lo cierto, es que sus consecuencias letales en la salud de las personas y en la naturaleza se va tornando cada vez más evidente. El Planeta ya tiene sus propias islas de plástico, algunas tan grandes que hasta han alcanzado el volúmen de la superficie de un país como Francia. 

Pero,la parte más problemática de la contaminación por plástico, es cuando este material se va fragmentando e integrando poco a poco en la naturaleza . De este modo en la actualidad, no hay sitio ni de la tierra, del aire, del agua y de la nubes en donde no se encuentren micropartículas plásticas. De hecho,  un reciente estudio publicado en la revista científica Science of the Total Environment (Ciencia del Medioambiente Global) informa que se han encontrado microplásticos en restos arqueológicos. 

Esto confirma que hasta los lugares más impensados e inaccesibles, el plástico llega en su versión más ínfima. Los microplásticos son pequeños trozos de plástico que no superan los cinco milímetros (0,2 pulgadas),-una medida menor a la de una semilla de sésamo- que se forman a partir de la desintegración de los plásticos más grandes cuando se descomponen, ya sea cuando se degradan químicamente o mediante el desgaste con el paso del tiempo.

Tamaño ínfimo, grandes impactos

Existe gran preocupación en el campo científico acerca del impacto que tendrán en el corto y largo plazo, los microplásticos presentes en grandes cantidades en el medio ambiente y la salud de las personas. Pero, también existe gran preocupación en disciplinas a las que el flagelo del plástico le cambia drásticamente el escenario y que no pensaban toparse con esta dificultad: las ciencias arqueológicas. 

Si bien la preservación y conservación de restos arqueológicos en los lugares de su hallazgo –in situ– ha sido el enfoque predominante en los últimos años, los más recientes descubrimientos podrían desencadenar un cambio radical de enfoque en las ciencias arqueológicas , ya que la contaminación por micropartículas plásticas podría comprometer el valor científico de los restos hallados.

“Este hecho pareciera marcar un momento bisagra, crucial en nuestro campo científico que confirma lo que deberíamos haber imaginado dado el avance de la contaminación plástica : que lo que antes se pensaba que podían ser depósitos arqueológicos puros, prístinos, listos para ser investigados, en realidad están contaminados con grandes cantidades de plásticos”, dijo en un comunicado de prensa el Dr Schofield, director y profesor de estudios del Departamento de Arqueología de la Universidad de York, Inglaterra.

Los plásticos no se llevan bien con la arqueología y la biodiversidad

David Jennings, director general de York Archaeology , brinda su punto de vista acerca de por qué cree que la contaminación por microplásticos actual es tan preocupante: «Los restos mejor conservados que datan de siglos atrás, por ejemplo, los hallazgos vikingos en la región de Coppergate (en la ciudad de York), estuvieron en un ambiente anaeróbico constante durante más de 10 siglos, lo que conservó los materiales orgánicos de un modo asombroso», explicó el científico .

Y agregó : “La presencia de microplásticos en las capas profundas del suelo puede cambiar y de hecho, cambiará la química del suelo, introduciendo en él elementos que harán descomponer sin remedio los restos orgánicos. Por ello, la estrategia actual de conservación preferencial de preservar la arqueología “in situ” puede que no sea apropiada en el futuro”.

“Las personas hoy día, estamos familiarizadas con la presencia de plásticos y de microplásticos en los suelos, ríos y océanos. Pero aquí, somos testigos de cómo nuestro patrimonio histórico, que es invaluable, va incorporando de modo progresivo y cada vez en mayor cantidad, elementos tóxicos. Los microplásticos no solo afectan la biodiversidad del planeta, que es el tesoro más importante que tiene la humanidad , sino que ahora, están afectando otro patrimonio global, el histórico y cultural de los hombres. Esta contaminación compromete de modo significativo el valor probatorio de los depósitos arqueológicos , de modo que cada vez en distintos grados -y cualitativemente- la humanidad se va empobreciendo en todas sus dimensiones más trascendentes e invaluables, como la que implica la conservación de los restos arqueológicos y la biodiversidad ”.