Aprobar leyes para proteger los humedales , aumentar la calidad de la participación ciudadana en temas ambientales, prevenir la deforestación en el Chaco argentino y resolver el futuro de regiones clave para la biodiversidad que alberga el país, son algunos de los trabajos más importantes para Argentina en 2024.
La implementación de planes de mitigación y cambio climático está en el centro de los desafíos que enfrenta el país de cara a la llegada del 2024. La lista incluye la implementación de las medidas propuestas en el Plan de Mitigación y Cambio Climático presentado por Argentina en la COP27 en Egipto. Y de seguro, las nuevas medidas que se adopten a nivel global en la próxima COP28 a realizarse en Dubai.
Hasta que se conozcan las nuevas medidas acordadas por las grandes potencias mundiales y a ratificar por los gobiernos del mundo, la Argentina lleva adelante su propia agenda que se presenta cargada de desafíos en todas las regiones: adopción y aplicación de leyes para prevenir la degradación de humedales y bosques; creación de normas para la realización de estudios de impacto ambiental para la participación ciudadana en la ejecución de proyectos industriales; y las decisiones sobre el manejo de la llamada Hidrovía Paraná-Paraguay, circuito de vital importancia por donde circulan los principales productos del país que son envíados al exterior.
Sin embargo , hay algunas regiones clave que, dada la importancia de la biodiversidad que guardan es necesario proteger con urgencia. Este es el caso de la Laguna o mar de Ansenuza en Córdoba
El Mar de Ansenuza
La ciudad de Morteros en Córdoba, se jacta de tener una ubicación privilegiada. Situada al oeste de la Laguna o mar de Ansenuza , es testigo de los más bellos atardeceres de la región. En la actualidad, posee una población de 25.000 habitantes y continúa desarrollándose ,apostando al turismo y a las actividades agropecuarias.
Pero, los efectos producto del cambio climático ya comenzaron a hacerse sentir con fuerza en esta región del país. Una amplia zona bañada por abundantes ríos que, tras tres años de sequías y bajantes pronunciadas; intensas y frecuentes olas de calor matizadas con tormentas de tierra de rasgos apocalípticos, incendios forestales e inundaciones sucesivas, han delineado un panorama complejo que invita a tomar acciones inmediatas para preservar una de las regiones poseedoras de una biodiversidad única en su tipo.
“Hemos cuantificado el costo de implementar ahora mismo, acciones concretas para alcanzar todos los objetivos expuestos en el Plan de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático que hemos presentado al mundo en la COP27, que abarca la recuperación de la región de Ansenuza. Serían 185 000 millones de dólares”, explicó Cecilia Nicolini, secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación. También la funcionaria agregó que “la inacción, no es una elección acertada, agregaría un costo extra, adicional. Observando la crudeza del cambio climático en nuestro territorio, todo lo que no se resuelva o se invierta hoy, de cara al futuro, se irá agravando y por consiguiente,el escenario seguirá en franco deterioro, encareciendo las inversiones de saneamiento”.
Medidas de acción para implementar de modo local y regional
El Plan presentado en la COP27 es, sin duda, ambicioso y desafiante , ya que contempla más de 250 medidas concretas. Entre las seis líneas estratégicas de gestión y trabajo que delinean su núcleo central , se encuentran la conservación de la biodiversidad clave; la gestión de los bosques, los residuos y las infraestructuras urbanas; otras gestiones alimentarias y las transiciones en materia energética, de movilidad y productivas.
A su vez, estas estrategias integrales de trabajo y gestión, se complementan con diversos enfoques que atraviesan de modo transversal temas de diversidad, empleo, salud y líneas instrumentales referentes a la implementación de estrategias de financiación, investigación y desarrollo, innovación y fortalecimiento de todas las instituciones del país.
En relación a la recuperación de la región del mar de Ansenuza , Manuel Jaramillo de Fundación Vida Silvestre dijo al respecto“ La Argentina tiene una enorme biocapacidad . Su recuperación, con las medidas adecuadas puede ser asombrosa”. Además puntualizó con énfasis: “ Con la implementación de este conjunto de estrategias clave estaremos actuando y generando un impacto positivo mucho más allá del nivel local. Estaremos colaborando con la transición energética a nivel global aportando gas natural (y planificando el cierre de su utilización para 2050); alimentando a una población creciente en base a modelos de producción ganadera y agrícola libre de deforestación; modificaremos la matriz energética del país en favor de las energías renovables. Incluso, podremos ir regenerando los suelos y la capacidad productiva de nuestros bosques, pastizales, humedales y de nuestro inmenso mar para aumentar nuestra ya exigida resiliencia. Lo que debemos hacer es, de modo urgente y concreto, proponernos como sociedad pasar de una vez por todas de los compromisos a la acción”.