Los científicos que estudian el cambio climático alertaron acerca de que en un lapso de entre 30 a 50 años, gran parte de la Selva Amazónica podría transformarse en sabana debido a los incendios y la deforestación excesiva.
¿Qué ocurre cuando un organismo vivo, como es el mayor bosque tropical del planeta, es sometido a la potencia letal de presiones sin precedentes? Esta pregunta ha sido el eje que ha guiado la investigaciones de científicos y expertos en conservación ambiental de modo de alertar al mundo y en particular a los gobiernos que comparten el caudal verde de la Selva Amazónica , acerca de los graves riesgos que deberá enfrentar al humanidad si se descuida este ecosistema vital para el planeta.
La actual extensión del número de incendios en la Amazonía se conjuga con otro factor clave para generar el colapso futuro , de no actuar a tiempo, de este valioso ecosistema para el planeta, y es el incremento pronunciado de los procesos de deforestación.
Para el científico brasileño Carlos Nobre , si la destrucción del bosque tropical supera cierto límite, la selva amazónica podría cambiar de modo abrupto. Un cambio más rotundo del que se puede observar hoy en día , que consiste en el hecho de que la selva amazónica se ha convertido en una región mucho más inflamable y propensa a sufrir incendios, pese a ser uno de los sitos de la Tierra con mayor humedad. El científico estima que el paisaje selvático adquiriría las características de un terreno de sabana, con todas sus consecuencias negativas que este escenario traería aparejada a la región.
El diagnóstico de un problema grave para la salud del planeta
El experto brasileño, Carlos Nobre es investigador del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de San Pablo, y trabajó durante 35 años en el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE). El año pasado publicó su advertencia sobre el estado de situación en la Amazonía, junto al científico americano Thomas Lovejoy, en un artículo especial para la revista Science Advances.
«Nuestros cálculos nos muestran que si desaparece un porcentaje que estimamos entre un 20 y 25% del bosque amazónico, se prevé un aumento de la duración de la estación seca en la región y también de la temperatura, esto puede dar lugar a que el bosque tropical se transforme en un paisaje con una vegetación diferente, de sabana», explicó Nobre.
«En términos científicos se daría lo que llamamos en ciencias ambientales, un “tipping point”, que significa un cambio abrupto, una transformación aguda y total de un ecosistema que va tomando un estado completamente diferente», continuó el experto. Las causas de este fenómeno tienen su raíz en las últimas décadas, donde la deforestación alcanzó, según las mediciones estimadas por el experto, entre el 15 y el 17% de la Amazonía. Si la deforestación continúa acelerándose al ritmo actual, Nobre calcula que podría llegarse al punto de no retorno en un período de «entre 15 y 30 años».
La Amazonía debe ser cuidada y respetada como Patrimonio de la Humanidad
«A medida que la deforestación vaya en aumento, el bosque tropical se tornará más y más vulnerable y eso acelerará en gran medida el proceso de transformación de la región en una sabana. Es decir, se podría alcanzar mucho antes el punto de no retorno » advirtió Nobre. Esta transformación irreversible de la Amazonía en una vegetación más seca ,propia de la sabana «podría alcanzar a una superficie de entre el 50 y el 60% del total de la selva amazónica antes del 2050, y hasta el 70% luego de este período», calculó el científico.
Por ello, el investigador procura que su labor ayude a los países que comparten este territorio clave para la salud del planeta a que tomen medidas acordes al grave estado de situación. Cuidar y priorizar la salud del gran pulmón del mundo debe ser la mayor apuesta al futuro, resaltó el científico. “Además, al interior de este vergel, viven en la actualidad numerosas comunidades de pueblos originarios, que en este lugar, tienen sus raíces e identidad cultural más profunda. El planeta y la Amazonía son el Hogar Común y la salvaguarda de la humanidad toda, por ello debe ser prioridad número 1 su conservación” cerró el investigador.