octubre 28, 2025
Acción Biodiversidad

La polinización de las abejas es clave para la producción de alimentos y la biodiversidad del planeta.

Greenpeace alienta la difusión de estrategias mundiales tendientes a la conservación de los polinizadores. Hoy descubrimos cómo estos inciden en la salud global del ecosistema terrestre. 

Conocer cuál es la situación real del planeta en materia ambiental es muy importante para actuar y estar a la altura de las circunstancias. Siempre, cuanto mayor sea la información de la que el hombre puede disponer acerca del estado actual de la salud del planeta, será crucial para encarar acciones tendientes a la solución. Porque , si hay algo que está claro, es que el hombre aún está a tiempo de cambiar la historia, a pesar de los fuertes signos de alarma que se hacen escuchar. 

Los biólogos explican que el planeta habla. Tiene su modo de comunicar con hechos concretos su situación actual. Y,entre las especies que ayudan a conocer el grado de deterioro que sufre la tierra hoy, se encuentran las abejas.Las abejas son bioindicadores de la salud del Planeta. Su mortalidad creciente es una señal de alarma que nos debe poner en guardia, pues indica una severa degradación de la biodiversidad.

En este camino, los abejorros seguirán la misma suerte, y sin la presencia de los polinizadores se estima que podrían desaparecer 1/3 de los alimentos que hoy forman parte de nuestras dietas y entre ellos se encuentran 2/3 de los vegetales que el suelo de la Tierra nos brinda hoy en día. 

El gran aporte a la agricultura de las abejas melliferas

La importancia de la conservación de las abejas para el mundo tiene tanta trascendencia que se deben hacer todos los esfuerzos posibles para luchar por su preservación. La producción de una gran variedad de frutas, oleaginosas, de semillas, de forrajeras y hortalizas menguarían hasta el límite, dejando a la humanidad al pie de una verdadera catástrofe. 

De hecho, 7 de cada 10 biólogos creen que el declive de las colmenas es para el ser humano una amenaza aún mayor que el cambio climático.

Hoy se conoce que la polinización inducida por las abejas interviene de modo directo en la producción de 1/3 de los alimentos que consume la población del mundo.Y si nos atenemos a la flora silvestre, cerca del 70% de las plantas de todo el mundo precisan de la polinización por insectos para su reproducción.

La polinización gran aporte de abejas melliferas

El trabajo o servicio natural que prestan las abejas cubren el 80% de la polinización de la Tierra. Sin su aporte es evidente que la cobertura vegetal del suelo terrestre disminuiría sensiblemente, haciendo que la erosión debidas a las lluvias y el viento aumentaran el ya preocupante problema de la desertización.

La abeja que es usada hoy por los apicultores, (Apis mellifera), es la especie encargada de cubrir un elevado porcentaje de la polinización de la flora silvestre de nuestros ecosistemas. Por ello se la considera que es un elemento clave dentro del engranaje natural que hace funcionar nuestro planeta.

Las abejas y la apicultura son un mundo fascinante. Pero lamentablemente, la mayoría de los enjambres silvestres han desaparecido. El motivo han sido las plagas, y al día de hoy, las únicas abejas melliferas supervivientes son las producidas en las colonias mantenidas por los apicultores.

La responsabilidad de los apicultores y de la sociedad toda.

Debido a la extinción de lo enjambres naturales, las abejas de las colmenas y sus enjambres de diseño cargan ahora con la responsabilidad polinizadora. Por ello, proteger a los polinizadores es cuidar además una práctica , como lo es la apicultura, que trae innumerables beneficios para los hombres.

Greenpeace alienta a no ser indiferentes con respecto a los problemas ambientales, y en particular con el cuidado de las abejas, pues estos son cada vez más complejos, y requieren esfuerzos conjuntos para su solución. 

Al ser cada vez más  complejos,  los problemas se transforman en nuevos desafíos  permanentes, que requieren la intervención de disciplinas múltiples y del compromiso de los estados para llevar adelante los cambios urgentes y necesarios que se deben implementar. Estamos a tiempo de corregir nuestra frase lapidaria: “Se nos regaló la vida, y fuimos perversos gestionándola”. No hay tiempo ya para mirar hacia los costados. Como planteó en las redes sociales la ONG No Time to Waste: 

Un asteroide no sabe las consecuencias de su impacto en un planeta. Nosotros mantenemos el rumbo conociendo y midiendo el impacto que hacemos en la Tierra.

@NoTime_ToWaste

¿Hay soluciones posibles?

A esta pregunta, el hombre no puede afirmar de modo contundente que haya una sola salida. Sino que se deben propiciar múltiples acciones conjuntas en todas las sociedades del mundo. Hoy, todos debemos ser actores sociales implicados en el cambio, buscando soluciones más participativas y realizando difusión activa de las problemáticas para que más gente pueda conocerlas e involucrarse activamente en las propuestas. La sociedad tiene que entender que tiene que conservar la biodiversidad porque la vida y su supervivencia están en juego en este punto. 

La respuesta prioritaria es desarrollar en cada país estrategias territoriales que traten de conservar, preservar y favorecer la biodiversidad.Que cada territorio pueda concretar e implementar actividades orientadas a prevenir el declive de los insectos polinizadores y mantener la biodiversidad en general. 

Se deben fomentar políticas diseñadas por especialistas que trabajen en conjunto con la gente y que , con el apoyo de las autoridades gubernamentales, sean la clave para alcanzar esta meta. Greenpeace sostiene y alienta estas iniciativas, brindando información , apoyo y recursos estratégicos para que la fuerza creciente por conservar la vida en el Planeta sea cada día más grande, fuerte y fecunda. El resto, corresponde al compromiso de todos.